noviembre 16, 2023
Pereira, noviembre 16 de 2023.- Cuando Silvana Arciniegas Palacios tenía 14 años, un hombre empezó a perseguirla en la calle, situación que la hizo sentirse en riesgo. Y fue en ese momento que su mente recordó lo que su padre en algún momento le dijo: “Si algún día te sientes en peligro busca ayuda”, por eso con unos cuantos pesos que llevaba en su bolsillo compró una paleta en una tienda y le pidió ayuda a la vendedora.
Ese se convirtió en su principal argumento para convencer a su padre que le permitiera practicar lucha olímpica, a pesar de su dedicación durante varios años a la natación. Y era lograr que dijera que sí, porque era un hombre de formación castrense, ya que su vida profesional se la dedicó a la Policía y la deportiva, representando a las Fuerzas Armadas como luchador.
“Mi padre quería tener un varón, pero le nació fue una niña. Y segundo, por ser mujer, para él era un deporte muy rudo, no quería que me lastimaran y me veía muy delicada para este deporte”, confiesa Silvana.
Y José Jesús Arciniegas su padre, quien ahora es juez de lucha olímpica, no lo niega. Hasta cuenta jocosamente, que estando en la clínica llevaba en dos mudas de ropa, una de niño y otra de niña, cuando recibió la noticia del nacimiento de su hija, el 8 de mayo de 2020 en la ciudad de Cali.
“Silvana ha sido una bendición en mi vida, de la que me siento orgulloso por su vida personal, deportiva y profesional. Es más, en un año se graduará de abogada y uno de sus grandes objetivos es terminar su pregrado, ya que después nos dedicaremos al ciclo olímpico, porque tiene fuerza, talento y es estratégica. Y a eso le estamos apuntando”, comenta el orgulloso progenitor.
Como devota de la virgen, y creyente en Dios, sus logros se los dedica a ellos, a su madre Silveny Palacios Escudero, a su hermano José Julián Arciniégas y su pareja John Fredy Tigreros, subcampeón de Juegos Nacionales 2023.
“En mi mente tengo presente una medalla de plata alcanzada en categoría Junior en el 2019, pero más allá de los resultados, es lo que muchas personas han hecho por mí, como mi padre, quien también me ha entrenado, a José Manuel Restrepo quien me guio en mis inicios, a John Barbosa cuando llegué a las Fuerzas Armadas, a Jesús Figueroa durante el COVID y hoy, a Yasdiel García, quien ha hecho de mí una guerrera, que logra sacarme en cada competencia potenciales que no conozco”, afirma con orgullo Silvana.
Por ahora no se afana. “Estoy adquiriendo experiencia”, dice, mientras advierte de paso que seguirá entrenando fuerte y compitiendo. Su siguiente meta es tener el diploma de abogada en sus manos, para luego empezara su lucha por cumplir el sueño del ciclo y llegar a los Olímpicos.
