noviembre 21, 2023
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Este hijo de Barrancabermeja y colombiano hasta la sangre tiene una linda historia de contar. ¡Adelante, campeón!
Manizales, 21 de noviembre de 2023. En el puerto de Barrancabermeja, a orillas del río Magdalena, siempre se escucha un grito de alegría y de aliento cuando en las pistas de patinaje del mundo rueda Elimelec Ospino Viloria, el hijo de pescadores que llenó de medallas a esta tierra santandereana.
Y allí se hizo él, en el seno de una gran familia de pescadores que, a punta de esfuerzo, dedicación y tesón, han sacado adelante a sus hijos. Hoy, les retribuye a ellos todo lo brindado con dos medallas de plata y una de bronce en el patinaje de velocidad de los Juegos Deportivos Nacionales, justas a la que asiste por primera ocasión y a las que llegó con un título del mundo a cuestas.
Historia de campeón
A los cinco años, inició a patinar en el Club Panteras, con Pedro López, quien cimentó en él todas las bases de este deporte, y cuando ganó su primera medalla en un festival en Yondó, Antioquia, los objetivos de su vida cambiaron.
Su tiempo en el puerto barranqueño los dividía entre sus estudios, sus juegos y el ayudar a su padre en el trabajo. “Siempre llegaba al trabajo de mi papá a descamar los pescados, a picar y vender, recuerdo que todos los diciembres ayudaba en lo que fuera para ganarme 20.000 pesos para mi diciembre”, recuerda Elimelec, con una sonrisa en su rostro.
A los 14 años, asistió a un campamento para Juegos Nacionales en Bucaramanga y, junto con sus padres, tomó la decisión de radicarse en la capital santandereana, aventura que pudo emprender gracias al trabajo que la Liga de Patinaje de Santander le dio a su señora madre en el patinódromo de esa ciudad.
Se unió al Club Proskate, con el técnico Víctor Serrano, y desde allí empezó a marcar una serie de victorias en válidas nacionales para luego conseguir su clasificación a la Selección Colombia en el 2021 y, en su primera presentación en un Mundial de Patinaje, consiguió una medalla de oro, una de plata y una de bronce, que lo convirtieron en uno de los más destacados de la delegación colombiana en el certamen en Ibagué.
A sus 20 años, Elimelec compite en sus primeros Juegos Nacionales, con el ribete de campeón mundial, pero con la misma sencillez, entrega y paciencia de un pescador para seguir capturando medallas en sus redes.
“De la mano de Dios, estos logros son para toda la familia”, es la frase que siempre acompaña a Elimelec Ospino, quien no duda en afirmar que: “ver todo en lo que me he ido convirtiendo, observar desde dónde vengo me enorgullece. Una familia muy humilde, pero le doy toda la honra a Dios por ser lo que soy”.
