diciembre 04, 2023
Dosquebradas, diciembre 4 de 2023.- Iván Darío Arteaga es el delegado del equipo nariñense de fútbol sala auditivo en los Juegos y su trabajo se centra en brindarles lo mejor a los atletas. Lleva cinco años en este proceso, en el que ya se desempeñó como entrenador y además es intérprete en la lengua de señas, fundamental en su rol.
“El mundo del silencio es aparentemente un mundo tranquilo, pero en realidad se necesita mucha capacitación”, advierte a la hora de compartir con los deportistas sordos. Se requiere práctica constante y es la única forma para comunicarse bien con ellos.
“Cuando uno se comunica con un deportista convencional por lo general siempre lo hace de manera muy cerca por el ruido que hay alrededor, pero con los sordos podemos estar a 20 metros de distancia y con las señas nos podemos entender, podemos dar indicaciones en espacios más abiertos”, indica el ‘profe’ Iván, al reconocer que desarrollan otros sentidos como la visión.
Arteaga se ha capacitado en la lengua de señas. Ha hecho dos cursos intensivos, pero confiesa que aún le falta mucho por aprender. Y también por soñar. El objetivo en los VI Juegos Paranacionales es ser, como mínimo, bronce.
“Vamos a meternos a semifinales, lo vamos a lograr porque ellos llevan entrenando de manera persistente. En estos cuatro años han sido muy responsables, a pesar de sus ocupaciones, porque todos tienen sus trabajos normales y respetan los tiempos de entrenamientos”, dice convencido.
Cuenta que cuando lo invitaron a ser parte del equipo de fútbol sala auditivo tenía el acompañamiento de un deportista hipoacústico. “Él era mi apoyo para comunicarme con los deportistas; sin embargo llegó la pandemia, ya no tenía ese recurso humano y tuve que comunicarme con ellos a través de la pantalla”, recuerda como un verdadero desafío.
Es el más calmado de los tres profesores, se denomina el motivador, trata de darles tranquilidad, ya que reconoce que la competencia tiene de hecho una presión psicológica muy fuerte y no solo para los atletas sino para toda la delegación.
“Esto es de sacrificio, de esfuerzo y es necesario vivirlo. Si no se exige, no se gana y la presión también hace parte también de la victoria, de los peores momentos surge lo mejor que tenemos como personas”, reflexiona este licenciado en educación física y especialista en lúdica educativa, que actualmente está terminando su maestría en educación.
Como docente del magisterio, Iván Darío también lleva su pasión a las aulas, sobre todo en los grados mayores. “En el último periodo académico siempre enseño lengua de señas, no todos tenemos el interés pero de verdad todos deberíamos aprenderlo para entrar al mundo del silencio y ayudar a la gente que lo necesita”. Predica con el ejemplo.
