diciembre 05, 2023
Armenia - Eje Cafetero, 5 de diciembre de 2023. Hace casi tres años, en Montería, una joven menor de edad se dejó conquistar y nació una historia de amor que tiene un tinte bastante especial, porque no es de pareja, no es de hombre y mujer, es de una bella Para deportista con el banco de press, las barras y los discos de colores y diferentes pesos. Y todo empezó así…
Caminando por las calles del barrio Horizonte sobre su inseparable silla de ruedas guiada por sus padres, Malka Irina y Rubén Eduardo, María José Movilla Perea, quien hoy ya tiene 20 años, aprendió desde muy niña “la tenacidad, la grandeza y la valentía que tienen ellos al enfrentar la vida siendo tan jóvenes, además del amor incomparable que tienen esos dos seres humanos para mí”.
Esos valores que aprendió de sus padres, los trasladó literalmente al Para Powerlifting, deporte adaptado al cual, según ella dice en medio de risas, llegó por una hermosa casualidad, “La verdad todo empezó cuando mi entrenador llegó diciendo, vamos a ejercicio, así que durante los primeros meses fue actividad física para ir acoplando el cuerpo. Yo no sabía que estaba entrenando Power, así que llegó sin yo saberlo, simplemente apareció”.
El deporte llegó arrasando tan fuerte en la vida de esta joven cordobesa, de cabello negro, ojos grandes y una sonrisa que ilumina por completo, que su vida dio un drástico cambio. Pasó de ser una niña “muy cerrada”, que no salía de su casa, pero “a través del deporte fui conociéndome, puedo decir que gracias al deporte soy feliz, soy muy feliz”.
Dicha que también siente con los “pechiches” de mamá, cuando le cocina sus platos favoritos, como el arroz cubano y el chino, para ‘Majo’, todo lo que hace ella es un manjar, “la sazón de ella única”.
Disfruta ver películas, series, compartir con su familia y con sus hermanos menores Mariana, de 15 años, y el pequeño Saúl, de tan solo 4 años. Confiesa que “también me gustan mucho las cuatrimotos, o sea la velocidad y los carros de carrera, Uff…” dice ‘pelando la muela’, como dirían las abuelas en Armenia, donde se disputó el torneo de Para powerlifting de los Juegos Paranacionales, en los que obtuvo la medalla de oro en la categoría de los 45 kg.
Obtuvo su grado de Bachiller en plena pandemia, tras graduarse del Colegio Nacional José María Córdoba. Actualmente cursa cuarto semestre de Química, en la Universidad de su tierra, las actividades académicas las combina con mucha disciplina y entrega con sus horas de entrenamiento, de lunes a viernes, y si hay competencias los realizan todos los días.
Dice con orgullo que es la única mujer monteriana que representa el Para powerlifting en estos juegos, “vengo a mostrar la tenacidad y la grandeza que tiene la mujer cordobesa para enfrentarse a la vida. Se siente muy bonito representar un departamento, es una sensación muy única, que me lleva a dar lo mejor”.
La pasión y la disciplina con que ‘Majo’ enfrenta las cosas siempre le ha dado frutos, acompañada de su entrenador Carlos Daniel Ochoa, se lleva para la ‘ciudad de las Golondrinas’, la medalla de oro en la categoría hasta 45 kg de los Juegos Paranacionales.
“Los sueños que tiene ‘Majo’ y esas ganas de ‘comerse el mundo’ la llevaran siempre a abrir nuevas oportunidades, es una guerrera de admirar. Ahora vamos por la posibilidad de estar en los mundiales de Cancún y los Paralímpicos de París en el 2024”, dice Carlos, técnico que la ha acompañado desde sus inicios.
Añade con risas que a “veces toca frenarla un poco porque es una niña muy disciplinada, no nos quedamos con los brazos cruzados, siempre estamos buscando entrenar y mantener un alto nivel. Es una niña que si a mi me preguntan un sinónimo para la palabra disciplina, tiene el nombre de María José”.
Tan solo unos días atrás, esta bella cordobesa, consiguió una medalla plata en la Parapanamericanos de Santiago de Chile y a mitad de año fue campeona del evento continental juvenil realizado en la capital colombiana.
