diciembre 07, 2023
Cali – Valle del Cauca, 7 de diciembre de 2023. Hace apenas tres años, la vida le cambió completamente a Johanis del Carmen Menco Castillo. Se había formado en la cantera como arquera del Real Santander, sus actuaciones en la Liga Femenina de Colombia trascendieron, pero un accidente casero provocó la obligatoria amputación de su pierna izquierda.
Con la dulce sonrisa que le caracteriza y sin ningún asomo de maldecir el destino, recordó que “fue un accidente con un ventanal de vidrio, tropecé y me llevé el balcón con el vidrio, que me perforó la arteria femoral en tres partes, me hicieron tres cirugías, pero ninguna respondió, mis papás tuvieron que tomar la decisión trascendental, ya que estaba en juego mi vida, y aquí estoy, haciendo historia”.
Muchas veces, la linda guardameta bumanguesa salió figura con el conjunto ‘verdiamarillo’, ahogando el grito de gol de sus rivales. Pero la vida quiso que encontrara otra actividad deportiva y que le abre nuevos caminos en los Juegos Paranacionales. “Siempre me destaqué por ser una gran arquera, ahora ese talento trasladarlo al ciclismo, me siento orgullosa. Atajaba bastante, ahora cada atajada para mí se ha vuelto un pedalazo más para mi vida”.
Firme y decidida en la pista, y devorando el maderamen del Velódromo Alcides Nieto Patiño, de Cali, se colgó la medalla de bronce en la prueba de los 500 metros C2, del campeonato de Paracycling de los IV Juegos Paranacionales, pero siguen más competencias para ella y seguramente más satisfacciones.
“Para mí es una emoción súper grande, he trabajado muchísimo para estos Juegos y con mi primer podio puedo decir ‘lo logré’. Vale la pena decir, la recompensa llegó. Esta medalla se la dedico a mi mamá porque hoy (cuando ganó la medalla) está cumpliendo años y cada pedalazo que daba era para ella, le había dicho a ella ‘mamá, te debo una medalla para que te sientas orgullosa de mí, de la hija que tienes al lado’, de que una limitación no me va a impedir continuar con mis sueños, ‘y bueno mamá, te cumplí, te llevo a Trochi (la mascota de los Juegos) y la medalla. Feliz cumpleaños, mamá”.
La molestia física sigue ahí, pero el poder de su mente todo lo supera: “Mi pierna derecha, a raíz del accidente, quedó con una secuela. De la rodilla para abajo tengo una lesión de tibia y peroné, de nervio, y el pie tuvo una intervención quirúrgica hace un año, me lo reconstruyeron todo y solo tengo cierto grado de movilidad, también solo un 20 por ciento de sensibilidad, de resto no tengo. Diariamente sufro, tengo una fascitis plantar terrible, el dolor es constante, pero la fortaleza mental es más grande que el dolor”.
Johanis vive en Bucaramanga, y su madre, Mabis Castillo, en San Pablo (Bolívar). “Antes de esta prueba lloré como nunca porque siempre he querido pasar unos cumpleaños con mi mamá y regularmente estoy en competencia, primero en el fútbol y ahora en el ciclismo, pero sé que grandes cosas nos esperan para ella y para mí. Y sé que estaban más emocionados que yo”.
Parada al lado del podio, confiesa que “nace hoy una nueva era para mí, porque sentí que solté el fútbol y lo dejé ir, hoy digo bienvenido ciclismo a la vida, bienvenido todo, cada cosa tiene su ciclo, ayer cerré uno en el fútbol y hoy inició uno con el ciclismo”, recalca.
Añadió que “es la primera medalla súper importante en los Juegos y sé que de ahora en adelante lo que van a llegar son bendiciones, siento que la capacidad, mente y disciplina que tengo me van a llevar a grandes cosas”.
En la competencia, el oro y la plata, respectivamente, fueron para la boyacense Daniela Carolina Munévar Flórez y Yady Vanessa Fernández Bravo, pero por la emoción que irradiaba, la sensación era que la presea dorada se la había llevado Johanis. “Creo que la sonrisa es la que me caracteriza y siento que mientras haya vida hay un mundo de esperanza por delante”, enfatizó.
Lleva dos años en el ciclismo, luego de mirar cuál de las posibilidades del paralimpismo se acomodaba a sus sueños: “Intenté varios deportes paralímpicos y sentía que no iban conmigo, me dije que iba a probar con el ciclismo, la misma Federación llegó a mí, y lo intenté, y siento que ahora más que nunca voy a seguir.
Por eso, tiene un mensaje positivo a quienes por una u otra razón sufren alguna discapacidad: “Mi consejo es muy claro, creerse cada uno el cuento, las limitaciones son mentales, si yo puedo, ustedes pueden el doble, aquí no hay excusas, esas las ponemos nosotros mismos, rompamos esos miedos”, aconseja.
Al cierre de esta nota le quedaban otras tres posibilidades de subir al podio: el Scratch, en pista, y la ruta y la contrarreloj. Para finalizar este diálogo, argumenta que “mi corazoncito está súper bien, dedicado solamente al deporte, a mí y a Dios, no lo puedo sacar porque ahora más que nunca estoy súper entregada a Él”.
