diciembre 08, 2023
Armenia, 7 de diciembre de 2023. La medalla de oro es un símbolo que trasciende el podio y lleva consigo la carga de horas interminables de trabajo, el coraje de enfrentar la adversidad y la resiliencia que florece incluso en los momentos más oscuros. Sucre la besó por partida doble, a la misma hora, en puntos diferentes: al medio día, en Armenia, cuando el juez Jorge Ríos finalizó la final de fútbol sala intelectual y, al mismo tiempo, en Manizales, Carlos Dueñas terminó el compromiso por el primer puesto de baloncesto intelectual. Las coincidencias para que el departamento se colgara, por primera vez un metal dorado, en la historia de los Juegos Paranacionales.
Sonrisas y lágrimas. La felicidad en todo su esplendor. Jóvenes arrodillados, agradeciendo al cielo por el título logrado. Voces entrecortadas, el reflejo del cúmulo de emociones que embargaron a la delegación, que festejaba por partida doble, que tocaba el cielo con las manos. “Es un día espectacular, hoy logramos lo que nunca habíamos hecho”, dijo José Rodríguez, metodólogo de Sucre, con un carraspeo en la garganta para intentar evitar que las lágrimas bañaran su cara. “Trajimos delegación de atletismo, baloncesto y fútbol sala y en todas logramos alcanzar medalla”, añadió.
El grito de Sucre retumbó el Coliseo del Sur en Armenia. Los jugadores de fútbol sala intelectual más que amigos, son una familia. Están apoyándose en todo momento, nunca faltan palabras de aliento. Ellos tienen claro el poder que tiene la palabra, que se termina convirtiendo en una fuerza que trasciende el tiempo y teje el tapiz de la realidad con hilos invisibles pero extraordinariamente poderosos. Un impulso que los lleva a ser mejores día a día y a no caer, a no rendirse a pesar de las adversidades.
Se conocen desde años atrás, por eso los lazos son tan fuertes. Todos son de Santiago de Tolú y desde 2015 están juntos. “Se hace un entrenamiento diario, se trabaja entre tres y cuatro horas y contamos con un volumen de trabajo de 20 horas semanales y 80 mensuales. Todos estos jóvenes han hecho parte del proceso desde el comienzo. Los acercamos al proyecto cuando tenían entre 12 y 14 años y ahora son campeones nacionales”, recalcó Julio Gómez, coordinador del equipo, quien se encarga de prepararlos día a día.
Para el entrenador Iván Sierra que los jóvenes sean de un mismo municipio, es una ventaja, porque le facilita el trabajo, existe mayor tiempo de entrenamiento y es un proceso que no se va a perder, porque están en contacto de manera constante. “Nos venimos preparando para este momento y lo logramos gracias a Dios. El objetivo este año era oro y se logró. Y bueno, la verdad que dejamos unos rivales muy fuertes, pero el trabajo que se ha realizado ha sido magnífico”, resaltó.
Ahora, después de lograr sus primeras medallas de oro en la historia de Juegos Paranacionales, el reto para Sucre será aumentar sus atletas para la próxima edición. Para esta vinieron con 51 en tres deportes: atletismo, baloncesto intelectual y fútbol sala intelectual. En los tres, el departamento ganó medalla. Todos se convirtieron en inspiración para abrir con mayor fuerza las puertas al deporte adaptado en su región.
